lunes, 31 de diciembre de 2007

El mejor ritmo para las clases particulares

Tengo un alumno de electrónica que viene dos horas todos los fines de semana. Yo en cada clase veo que mejora, al principio no sabía ni hacer mallas, y poco a poco ha ido mejorando. Aprendió a plantear las ecuaciones de las mallas y los nudos (Leyes de Kirkchof), en seguida hacía ejercicios de diodos, y ahora ya le salen bastante los de transistores. Y todo en cinco clases. La verdad que está muy bien.

El problema es que de una semana para otra, cada clase parece que hay que empezar desde cero. En la clase de hoy hemos estado hablando del mejor ritmo para las clases particulares. Le he propuesto entrar en los grupos de estudio asistido que llevo entre semana, que son dos días a la semana clases de hora y media.

A mí el mejor ritmo para las clases particulares me parece que es de dos clases a la semana. Esto no es estricto, hay casos que si que funcionan otros ritmos, pero en general, me parece que con dos clases a la semana es como mejor aprovecha el alumno las clases.

Con una clase a la semana se pierde el ritmo de una clase a otra. No se genera un ritmo constante si no que el alumno tiene que organizarse muy bien por su cuenta para estudiar.

El otro extremo son los alumnos que piden dar clase todos los días (generalmente porque están cerca de los exámenes). Esto tampoco es tan efectivo como podría pensarse.

El aprender no funciona como algo que el profesor tiene y le va entregando al alumno en fascículos. El aprendizaje requiere una transformación; cada concepto que aprendemos amplía nuestra mente, es una nueva herramienta teórica, un nuevo instrumento para el pensamiento... Cada concepto nuevo que aprendemos modifica, aunque sea levemente, todo nuestro ser, y eso lleva un tiempo. No es un tiempo fijo, depende de cada alumno, de cada momento personal, etc. Pero sí que podemos asegurar que hay un tiempo necesario para asimilar cada concepto, y no es un tiempo de estudio, no son horas de estudio lo único que lleva, es tiempo psíquico, es trabajo inconsciente. No puede medirse en minutos y horas.

Cuando un estudiante piensa que por tener otras actividades además del estudio va a perder tiempo de estudiar me parece que está equivocado. Además mi experiencia lo corrobora. Muchos alumnos vienen a la academia porque no pueden ir a clase porque trabajan o son deportistas que tienen un horario estricto de entrenamiento, etc. Y también hay alumnos que vienen porque estudian todo el día y no consiguen aprobar. Siempre obtienen mejores resultados los primeros (a los segundos también los ayudamos, claro, pero es más difícil porque tienen una idea equivocada de la utilización del tiempo).

Los alumnos que más partido le sacan a las clases, son los que las plantean de forma mesurada, periódica, y de forma continua durante todo el curso, sin parar después de los exámenes.

domingo, 30 de diciembre de 2007

¿Cuando conviene dejarse asignaturas?

Me dice un alumno nuevo que ha contactado conmigo a falta de dos semanas para los exámenes, que se ha dejado todas las asignaturas menos dos. Asegura que incluso los profesores de su facultad recomendaron dejarse algunas asignaturas ya que es prácticamente imposible aprobar todo el primer año.

Es muy difícil recomendar alguna táctica a seguir. Lo más importante es estudiar, entrar en un ritmo de trabajo correcto. Si se consigue esto se pueden aprobar muchas asignaturas. El plantearse a principio de curso qué asignaturas se van a dejar para Septiembre me parece una pérdida inútil de energía.

Los estudiantes de primeros años dudan de si han elegido la carrera que más les gusta, o la mejor universidad, o la profesión con más futuro, si han elegido las asignaturas que van a poder aprobar, etc. Estas dudas les van alejando del estudio y este alejamiento del estudio produce más dudas y más nerviosidad.

En mi opinión el profesor tiene que ser un defensor ferviente del estudio. Yo a los alumnos les digo: aunque vayas a cambiarte de carrera estudia esta que nunca te va a hacer mal; aunque no estés seguro de si vas a poder aprobar la asignatura estudia de todos modos; aunque no sepas qué hacer con tu vida, estudia. El estudio siempre es constructivo, siempre beneficia al alumno en cualquier decisión que tome.

Haga la carrera que haga, en la universidad que sea; se dedique a lo que se dedique en la vida, al final lo que haya estudiado va a ser lo más importante, lo que le va a dar un bagaje como profesional y trabajador.

Yo a veces creo que los alumnos me pagan por pensar así, por defender sus estudios de sus propias dudas e indecisiones, no por tener muchos conocimientos o explicar muy bien una u otra cosa. Esto debería tenerlo bien claro yo siempre y seguro que ganaría más dinero.

sábado, 29 de diciembre de 2007

¿Para qué sirve un profesor?

Mi hermana esta tomando clases de inglés hace unos días. Le pregunté qué tal le iba y su respuesta fue que no sabía, pero que había notado es que últimamente estudiaba más inglés, y que aunque tenía muchas cosas que hacer, el inglés ahora era su máxima prioridad y lo hacía siempre lo primero de todo.

Entonces yo me dí cuenta que mi hermana tiene una buena profesora de inglés. Lo que no sé es si mi hermana se da cuenta.

El trabajo de un profesor consiste en lograr que los alumnos se interesen por la asignatura, se den cuenta que es importante, que merece la pena aprenderlo, que no es tan difícil, etc. En definitiva, el trabajo del profesor consiste en lograr que los alumnos estudien la asignatura. Este debe ser su objetivo que debe guiar sus pasos y orientarle en todo momento.


Me parece que estamos muy mal educados en lo que respecta a cómo se usa un profesor, para qué sirve y qué beneficios nos aporta. La idea que tenemos es que un profesor debe ser alguien que sepa mucho y que explique muy bien. Este concepto de profesor es muy incompleto ya que su labor es bastante más compleja.

La bondad de un profesor se ve directamente en los efectos que produce en el alumno. Si mi hermana hubiera alabado a la profesora de inglés, me hubiera dicho que era maravillosa, yo habría desconfiado. Hasta que no vea que se pone a estudiar, yo no sé si el profesor es malo o bueno. Si el profesor es bueno se tiene que notar en algún cambio de actitud de alumno respecto a la asignatura y a los estudios en general. Porque estoy seguro de que si mi hermana ahora se toma en serio el inglés y lo estudia, seguro que de rebote también se pone y hace alguna cosilla de otra asignatura que tuviera por ahí pendiente.

Si nos damos cuenta de esto, vemos que el valor del trabajo de un profesor es inestimable.

A menudo los profesores nos quejamos de que la profesión está muy mal considerada, pero nunca nos preguntamos si sabemos explicarle a la sociedad para qué sirve nuestro trabajo. ¿Somos acaso capaces de explicárnoslo a nosotros mismos?

viernes, 28 de diciembre de 2007

¿Es posible un método o sistema?

En el mundo de la docencia de apoyo y docencia privada (academias y centros de formación privada) a menudo se vende un método o un sistema infalible.
Como profesor con alguna experiencia, y teniendo en cuenta que los profesores somos los que damos la clase y los que conocemos de primera mano los resultados y las bondades de cada sistema; y también como estudiante de psicoanálisis, que es donde se estudia el proceso de transmisión de conocimientos; no creo que exista ningún sistema o método que se pueda aplicar por igual a todos los alumnos. Por el contrario, me parece más acertado hablar de la idea que se tiene acerca de la docencia, de la transmisión de conocimientos, etc.
Es decir -me pongo del lado del alumno- yo no contrataría a una academia o centro de formación por su método o su sistema, pero sí lo contrataría si sus ideas y planteamientos acerca de la labor docente me parecieran correctos e interesantes.
Por ejemplo, no es lo mismo un centro que piense que la docencia consiste en explicar bien, que un centro que piense que la docencia consiste en ocuparse de que los alumnos aprendan. En la primera concepción sólo existe una parte, el profesor; en la segunda concepción se tiene en cuenta lo fundamental que es el alumno.
En general me parece que las academias que proponen un sistema o método rígido, podemos decir que no tiene en cuenta al alumno, las particularidades de cada persona. Yo creo que cuando alguien se apunta a un curso o contrata clases de algo, es porque quiere aprender, y el aprender, hasta en la filosofía, tiene que tener efectos en la realidad. Quiero decir, que como profesores siempre es posible verificar si el alumno aprende o no. Esta forma sería proponerle ejercicios y ver cómo los realiza, pero me gustaría ir un paso más allá. Me parece que el proponer que el alumno realice un trabajo productivo no es sólo un medio para comprobar si ha aprendido, sino que también es una forma de conseguir que aprenda.
Me gustaría desarrollar esta opinión más detenidamente en otro artículo. Porque a menudo se piensa que se comprende algo cuando te lo explican, y esto no es así. Comprender (dice Freud) es comparar con algo conocido. Es decir, tenemos la sensación de comprender algo cuando podemos equipararlo a algo conocido.
Cuando explicamos a un alumno un concepto que es nuevo para él, no conseguiremos que lo entienda a no ser que desvirtuemos el concepto equiparándolo a otra cosa que el alumno sí conozca. Por otro lado, si conseguimos que el alumno repita unos cuantos ejercicios basados en dicho concepto, aún sin comprenderlo; veremos que tras dos o tres ejercicios ya tiene la sensación de haberlo comprendido. ¿No os ha pasado nunca? Acordaros del último concepto que aprendisteis...
Me gustaría desarrollar esta idea de la importancia de la repetición en el proceso de aprendizaje. La "explicación" también es fundamental, y tiene que ver con la generación de la "ilusión de comprender" en el alumno. En próximas entregas abordaré más profundamente estos temas. Un saludo.

jueves, 27 de diciembre de 2007

¿Para qué sirve la formación?

A menudo nos encontramos los docentes ante la tarea de motivar a alumnos díscolos, que no quieren estudiar, que no tienen interés por nada, o que el interés por otro tema ha hecho que desatendieran sus estudios.
Los padres sueles decirles que si siguen así no van a conseguir nada en la vida, que no van a poder optar a una buena posición social, pero todos sabemos que este no es un argumento muy convincente. Hay montones de universitarios con trabajos precarios, y muchos chicos sin estudios llegan a ganar mucho dinero aprendiendo bien un oficio.
Entonces ¿qué les decimos? ¿que estudiar no sirve para nada?
Ahí va un discurso posible:
Estudiar sirve para vivir. Sirve para vivir como un hombre de tu tiempo, conociendo lo que conocen los hombres de tu tiempo, pensando con todas las herramientas teóricas disponibles en la época que te ha tocado vivir. Por ejemplo, las matemáticas sirven para mucho más que para hacer cuentas, sirven para aprender a pensar, para hacerse inteligente. Son una estructura que se puede usar para procesar cualquier información.
Cuando un alumno aprende un concepto lo que está haciendo es aprender a manejar una herramienta teórica, una máquina potente que siempre sirve para pensar más de un tipo de cuestiones.
Yo el estudio lo recomendaría hasta a quienes quieran ser modelos o futbolistas. Las modelos que estudian son más guapas, tienen una belleza más trabajada, más interesante, que dura más años. Los futbolistas que estudian (ahora me acuerdo de Butragueño, pero hay varios) son más inteligentes en el campo, son más apreciados por sus compañero, el entrenador y el público, también duran más. Cuando dejan el fútbol suelen tener mejores opciones que los que no estudiaron.
Este ejemplo le he puesto porque ahora todo el mundo quiere ser modelo o futbolista.

Espero que este discurso os haya aportado algo. Y si tenéis la oportunidad de usarlo, os aseguro que es mucho más verdadero que el discurso del mejor trabajo, que los chavales no se lo creen mucho y ni les importa tanto pensar en el trabajo que tendrán dentro de diez años.
Hay que decirles que estudiar tiene un beneficio inmediato sobre su persona. Pero para decírselo hay que pensarlo de verdad. Así que, querido padre o educador, si tienes dudas consulta conmigo en este Blog. Me encantaría empezar a tener alguna respuesta.

Un saludo.

miércoles, 26 de diciembre de 2007

¿Qué es enseñar? ¿En que consiste la docencia?

Enseñar es, básicamente, dejar aprender.
No existe un proceso de enseñar, existe un proceso de aprender. El profesor tiene que respetar ese proceso, en todo caso cuidarlo y evitar que se detenga, pero el profesor como tal, no tiene que "hacer" nada, si que es el alumno el que tiene que "hacer" para aprender.El trabajo del profesor, la parte más delicada de su trabajo consiste en "no hacer" o en "dejar hacer".
Esta concepción del proceso del aprendizaje que aprendí en la Escuela de Psicoanálisis Grupo Cero, me permite detectar errores importantes cometidos habitualmente por muchos formadores. Es un error muy extendido pensar que todo funciona al revés, es decir, que la posición activa corresponde al profesor (que debe explicar y hacer ejercicios) y la parte pasiva al alumno (que debe atender y tomar apuntes). Esto puede ser así en alguna ocasión, pero no es la dinámica de trabajo correcta si queremos que los alumnos aprendan.
En los profesores que empiezan nuevos en mi centro el problema más frecuente que me encuentro es que los profesores quieren trabajar por el alumno, hacerle los ejercicios, explicarle todo, etc. Pero el buen profesor es el que logra que el alumno trabaje, que haga ejercicios, que estudie y explique al profesor lo que a entendido, etc.
¿Qué os parece esto? ¿Estáis de acuerdo?

Sobre temas de docencia

Hola a todos!! Bienvenidos a mi bolg!
Soy profesor, titulado en Ing. Telecomunicaciones y estudiante de psicoanálsis. Madrileño, 30 años.
Desde hace casi diez años me dedico a la docencia de apoyo, es decir, dar clases a estudiantes que tienen problemas para aprobar una asignatura. Actualmente dirijo mi propio centro de formación. Evitaré dar el nombre porque no quiero que este espacio se convierta en un espacio publicitario.
Soy profesor autónomo (dado de alta en la seguridad social) por lo que, desde hace un año, tambien estoy dando cursos (de informática y programación C, C++, Java...) a empresas del sector.
He decidido publicar mi propio blog porque me parece que las experiencias de mi trabajo pueden ser interesantes para otros profesores y estudiantes.
Me gustaría tratar temas de distintos tipos: 1) Temas relacionados con la docencia y la profesión docente. 2) Temas relacionados con la actualidad de las nuevas tecnologías y la transmisión de conocimientos técnicos. 3) Temas relacionados con el mercado actual de la formación, tanto de la docencia de apoyo (las academias), como de la formación a empresas.