viernes, 23 de diciembre de 2011

Juego Nintendo 3DS Nintendogs+Cats Publicidad horrible


PUBLICIDAD DE UN JUEGO DE LA NINTENDO 3DS ENCONTRADA EN EL PAÍS

Encontré esta publicidad en el diario El País, en la cabecera. Me pareció increíble: Una psicóloga propiedad de Nintendo contando a los padres "trucos" para la educar a sus hijos con este producto (nintendogs+cats); profesores a los que no hay que hacer la pelota sino tirársela para jugar con ellos; y al final resulta que el profesor era un gatito...qué tierno ¿no? Pues no. Este anuncio es un acto terrorista en toda regla puesto que sólo busca causar el mayor daño posible para conseguir sus objetivos.

Las estrategias comerciales de las grandes compañías son harto retorcidas y sutiles. Sabemos que no sólo buscan con ellas crear compradores de sus productos, sino vendedores. Es decir, buscan propagar en las sociedades una ideología que les favorezca. Por ejemplo, no persiguen tanto que quienes ven el anuncio compren X, sino que se trata de extender en la sociedad una ideología o un estilo de vida en el cual el consumo de X, y productos parecidos de otras compañías del holding, sean totalmente indispensables. A los grandes holdings no les interesa que en un momento dado se venda un producto determinado. Sin embargo necesitan tener la seguridad de que los productos de alguna de sus empresas, o de otras empresas similares que podrían adquirir, van a mantener un volumen de compras constantemente creciente. Por este motivo cada anuncio de cada empresa debe al mismo tiempo favorecer los intereses del holding al que esta pertenezca. Es decir, además de ser publicidad de un determinado producto, debe contribuir a establecer y afirmar entre la población de potenciales consumidores, ciertas ideologías y modos de vida favorables a los intereses de estos grandes conglomerados empresariales.

Si en otras épocas los capitalistas necesitaban obreros en occidente, trabajadores manuales, productores de mercancías... ahora lo que necesitan son consumidores y vendedores de las mercancías que fabrican en países menos desarrollados. Para controlar su negocio necesitan controlar al máximo los hábitos de consumo de la población, es decir, su estilo de vida. De este modo pueden saber lo que van a tener que producir, en qué cantidad y, sobretodo, tienen asegurada su posición de poder.

Y ¿cómo hacen para lograr sus fines? ¿para perpetuarse como clase social superior?


La ignorancia y la incultura es ya una pandemia declarada a nivel mundial. Según un concienzudo estudio de la Universidad de Harvard, el porcentaje de alfabetización internacional se ha mantenido prácticamente constante desde 1970, sin embargo, desde esa década (que es cuando comenzó el estudio) se ha observado que el número medio de palabras distintas que se puede encontrar en un periódico ha descendido un 38%, en un libro un 35%, en una película un 36% (en promedio de todos los países del mundo, tomando muestras de ejemplares aleatoriamente escogidos). La fiabilidad de este estudio, según Harvard, es del 98.3%.

Este anuncio nos dice que los ciberperritos de nintendo pueden cumplir las funciones de un profesor. Es una broma -dirán algunos-, una forma graciosa de presentar el producto. Sin embargo -digo yo- el anuncio emite un pensamiento, una idea, que están utilizando para vender su producto, es decir, para producir efectos en la realidad. Luego no es ninguna broma aunque lo parezca. Las mascotas, nos están diciendo, pueden desempeñar la misma función que un profesor. Y no debemos pasar por alto que sin duda los profesores cuadrúpedos son mucho más baratos que los profesores humanos, además, el peligro de que ejerzan cualquier influencia sobre los chavales es considerablemente menor. No creo que estas cibermascotas vayan a recomendar a los niños ningún libro inapropiado ¡Ja, ja! También el anuncio hace referencia a esta ventaja del profesor electrónico cuando dice: “Profesores que dejan huella”. Esta huella que dejan no es de frases, palabras, versos... es la huella de un perrito o un gatito.

¿Cómo puede alguien mínimamente cabal dar pábilo a tan engañosas ideas hasta el punto de llegar a comprarles el producto a sus hijos?

En el anuncio se promete a la madre, no que su hijo crecerá intelectualmente, que se hará un humano (hombre o mujer) culto e inteligente, nada de eso, si no sólo que “aumentará sus capacidades”. Es decir, el sueño inconfesable (por incestuoso) de muchas madres: que su hijo crezca mucho pero a la vez siga siendo un niño a su lado; que su hijo tenga grandes capacidades pero que no se aleje, que no sea independiente...

Hay actualmente una corriente de pensamiento a la que pertenecen muchos psicólogos y personas socialmente integradas e incluso con puestos relevantes en la cultura, que pretende que se puede actuar sobre las capacidades del ser humano, es decir, sobre el continente; sin ocuparse para nada de la cultura, el conocimiento, el saber, es decir, el contenido. Esta concepción no tiene en cuenta que el ser humano es ante todo un ser deseante, que sus capacidades aumentan hasta el infinito cuando aparece el deseo; algo así como un continente que se dilata cuando quiere contener algo. Pero es aún más. En el psiquismo humano no hay sitio per se para nada, sino que el sitio se produce cuando se desea aprender algo, la capacidad se produce para aprender y no se puede producir para nada, no se puede atesorar capacidad sin utilizarla porque se produce precisamente al utilizarla y se produce sólo para utilizarla. El aprendizaje no puede darse sin transformación del ser humano implicado en el proceso.

Las madres de nuestra civilización ya han aceptado, en su mayoría, enviar a los niños a la escuela y permitir que se relacionen con otros humanos para poder crecer, aunque esto traiga consigo el inevitable alejamiento de la esfera familiar y eventualmente alguna influencia “indeseable” para los niños. La única forma de que los humanos se hagan humanos es a través de los profesores y compañeros, es decir, otros seres deseantes que, como sabemos, contagian el deseo.

Sin embargo los medios no tienen reparo en mostrar publicidad que trata de aprovechar los resquicios de salvajismo, ignorancia y las tendencias incestuosas enfermizas de algunas madres, con tal de vender sus productos. Lo llevan haciendo años sin que nadie se lo haya podido impedir.

La educación de los niños españoles está cada vez más en las manos de empresas norteamericanas. A parte de los profesores en el colegio, el resto de frases que reciben en las canciones, películas, anuncios... están controladas por compañías que, más allá del país al que pertenezcan, todas ellas son máquinas de hacer dinero y, por consiguiente, son norteamericanas.


Estas máquinas de producir dinero han encontrado en la familia, en la figura materna, el mejor aliado para aislar a los niños del mundo, de la cultura, de la educación... basta con promover un poco la desconfianza, el desprecio hacia las instituciones educativas, promover el culto al amor materno-filial como un valor supremo de la vida.... para dejar a un buen porcentaje de personas casi sin ninguna formación, privados de conocer los grandes avances de la humanidad en poesía, literatura, música, teatro, ciencias... todo un logro, sí señores.


Luego nos extrañaremos cuando empiecen a aparecer aquí casos de tiroteos protagonizados por niños, vandalismo, o miseria intelectual y cultural. A las empresas (norteamericanas) esto les tiene sin cuidado. No quieren educar a nadie sino producir vendedores y defensores de sus productos. Les conviene la analfabetización de la población; denigración de la figura del profesor; denigración de la lectura y el estudio; proveer a las familias de falsas vías alternativas a la educación del niño, en las cuales el niño reciba la menor educación posible...

Y lo peor de todo, la analfabetización no sería posible sin corromper a la población culta, lectora, es decir, a los llamados intelectuales. Eso es, necesitan comprar psicólogos, pedagogos, profesores... no somos población fuera de riesgo de ser utilizada. Vemos en este horrendo anuncio como la compañía en cuestión cuenta con una psicóloga que da su nombre y apellidos a la campaña publicitaria. Ahora sí que no sé qué recomendarle a la gente. Pobrecitos padres, ¿de quién se pueden fiar? Ja, ja, seguro que de cualquiera antes que de quien escribe este artículo.

Cada uno se fía de quien quiere. La culpa no es toda del sistema. Al fin y al cabo el Grupo Cero también sale en la tele, en Internet, y en todos los medios de comunicación, ostentando su discurso libertario impunemente en medio de los embalsamadores de almas. Los libros de Marx, Freud, Menassa, los grandes poetas, están en las bibliotecas al alcance de todo el mundo.

Entonces me parece que no se trata de demonizar a los megaempresarios y compadecer a los pobres carneriles ciudadanos. La vida no es una religión ni un cuento, no hay culpables ni inocentes. Tampoco hay justicia para los verdaderos crímenes contra la humanidad. Hay vida, que es finita, que termina. El que vive para engañar también vive engañándose a si mismo; el que vive engañado, también vive engañado por sí mismo. Pero nadie lo hace para siempre, la vida es irrecuperable y esa es la única justicia.

Kepa Ríos Alday