viernes, 12 de mayo de 2017


EDUCACIÓN Y FUTURO: ¿EMPLEOS EN PELIGRO POR LA ROBOTIZACIÓN?

Al principio las máquinas estaban muy lejos del cliente final en la cadena de producción industrial, aunque la prenda de ropa o el vehículo fuesen confeccionados con la ayuda de sofisticada maquinaria, quien nos lo vendía era un humano, pero el perfeccionamiento de la máquina técnica está llegando a tal grado que ya han llegado hasta los puntos de venta. Primero fueron las gasolineras, ahora vemos que hay supermercados que funcionan con cajeras electrónicas. Esto hace que inevitablemente surjan preocupaciones sobre en qué empleos o habilidades debemos formarnos si en el futuro no queremos ser sustituidos por un robot.

La respuesta es tan difícil como fácil la pregunta. Normalmente esta regla se cumple: cuanto menos trabaja el que pregunta más tiene que trabajar el que responde. En primer lugar habría que señalar que las máquinas ya llevan más de un siglo “quitando” puestos de trabajo a los humanos. Pero esto es sólo una apariencia puesto que la máquina, a diferencia del obrero, no genera plusvalía para el empresario. Al igual que los animales, los esclavos (en los países y épocas donde existía la esclavitud), o las herramientas de trabajo, la máquina técnica no pasa de ser un mero medio de producción. En el sentido estricto de la palabra, la máquina no trabaja. Quien trabaja es el humano que la acciona o la vigila. Si los supermercados con cajera electrónica demuestran que pueden abaratar la mercancía todos los supermercados tendrán que tener cajeras electrónicas y las cajeras humanas desaparecerán como oficio, pero las trabajadoras tendrán que realizar otras funciones en la empresa si el empresario no quiere perder el valor que éstas generaban. Y si no irán al paro y otro capitalista las contratará, seguramente por un salario menor al que tenían. Pero esto ya pasaba desde las primeras fases de la revolución industrial allá por el siglo XIX y desde entonces el número de trabajadores asalariados en el mundo no ha hecho más que aumentar conforme se extendía el sistema de producción capitalista. Las máquinas hacen desaparecer oficios, no hacen perder empleos. Lo que hace perder empleos en un país es la deslocalización de la industria.

Sí que se puede hablar, sin embargo, al considerar el conjunto de los productores y consumidores de mercancías, de un descenso en el valor de casi todas las mercancías debido al perfeccionamiento de la máquina herramienta. Este descenso puede verificarse sobretodo en el encarecimiento relativo de los servicios. Poder contratar a un sastre, un abogado, un sirviente doméstico, un dentista, un psicólogo, un tutor para los niños... son hoy en día, según estudios publicados en EEUU, signos inequívocos de pertenencia a una clase social acomodada. Pero estudiar las consecuencias de este abaratamiento de las mercancías y encarecimiento relativo de los servicios sería tema para un artículo mucho más ambicioso y extenso que el actual.

Como ingeniero y formador en nuevas tecnologías e ingeniería recomiendo a todo el mundo aprender a programar en algún lenguaje (Java, Python... lo importante es saber programar) aprender a manejar algún software ofimático y también algo de redes y bases de datos. No es que con esto vayamos a ganar más dinero, ya que el salario realmente depende más de otras circunstancias sociales que de la formación del trabajador, pero estas habilidades en unos años van a ser tan básicas como es hoy en día saber leer y escribir, sumar y restar.



Kepa Ríos Alday
www.cartagena99.com



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