ENTREVISTA AL POETA MIGUEL ÓSCAR MENASSA:
PREGUNTA: ¿Qué es una sociedad justa?
MOM: Una sociedad justa no se conoce, no se sabe lo que es, se sabe que
esta sociedad es injusta. Nadie recibe los honores del trabajo, nadie
recibe ni siquiera el dinero que cuesta su trabajo.
Cuando se
jubilen se van a dar cuenta de que es una sociedad injusta. Una persona
que vivía con 1.200 mensuales después tiene que vivir con cuatrocientos
euros mensuales. Es una sociedad injusta.
No tiene en cuenta a
los niños, no tiene en cuenta a los viejos, no tiene en cuenta a los
jóvenes. Por ejemplo, yo soy joven, tengo dieciocho años y quiero
ingresar en la cultura, pero el ingreso a la cultura tiene una puerta
chiquitita, en cambio, el ingreso a la droga tiene una puerta grande y
nadie dice nada.
Es más fácil ingresar a la droga que ingresar
en la cultura y, por supuesto, que conseguir un puesto de trabajo. Sin
embargo, nosotros sabemos que con el dinero de las drogas se
subvencionan partidos políticos, se subvencionan estados y se
subvenciona la iglesia, con el dinero de la droga. En lugar de generar
fábricas, para ocupar a los jóvenes, en lugar de crear más universidades
para que los jóvenes tengan más posibilidades de entrar en la
universidad, en lugar de aumentar las puertas para ingresar en la
universidad, aumentan las trabas para entrar a la universidad y
disminuyen las trabas para entrar en las drogas.
No es que yo
esté en contra de las drogas, pero la puerta de las drogas es inmensa
comparada con la puerta del trabajo, por lo menos lo que pido es que la
puerta del trabajo sea lo mismo que la puerta de las drogas. Entonces,
el sujeto decidiría "trabajo o me drogo" y a lo mejor el cincuenta por
ciento o el sesenta por ciento de los drogadictos actuales elegirían
trabajar, si las puertas del trabajo estuvieran abiertas, elegirían
estudiar, si las puertas de los estudios estuvieran abiertas, pero no
están abiertas, están cerradas.
1 comentario:
Una entrevista muy interesante al doctor Miguel Oscar Menassa. Me pareció que hablaba con mucha claridad de un problema que yo veo en la academia todos los días. Para llegar al mercado de trabajo los jóvenes tienen un montón de trabas e inconvenientes absurdos. Estudian para conseguir trabajo, pero cuando se estudia para conseguir algo se estudia peor, cuesta más aprender porque las otras ambiciones distintas que la de aprender la asignatura o concepto de que se trate, hacen que se pierda energía que debería estar puesta en el estudio.
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